Esa mañana fue fría y triste, fría como un copo de nieve y triste como mi propia existencia; Desperté pero como cada amanecer sobraba las ganas de seguir dormido y escaseaban las ganas de vivir porque la sociedad te obliga a ser lo que quiere que seas y no logro escapar de su poder, no me deja vivir, tan solo mi cuerpo tiene vida mi alma permanece muerta. Me levante el frio era más intenso tanto que caló en mi, congelando de por si ya mi frio corazón; reaccioné me frote los ojos y continúe con mi rutinaria mañana todo era normal lo mismo de todos los días vivía una vida aburrida y desabrida. No obstante mientras caminaba ocurrió algo ese algo que lo cambio todo.
Ahí estaba ella sentada en aquella silla vieja y deteriorada ubicada en medio de aquel parque abandonado y sobrio; la vi mi mente, mi cuerpo, mi corazón se detuvieron por unos segundos. Volví en mi pero mis ojos no dejaban de contemplarla tenía algo que me cautivo me sentía atrapado por una fuerza o magia especial tanto como un pez cuando es prisionero de la red. Seria aquel brillo especial de sus ojos o tal vez la belleza de su rostro no lo entendía tan solo me quede hipnotizado ella era la belleza hecha mujer. Mi ser por primera vez existió, mis ojos tenían una ilusión que desde hace mucho tiempo no sentía, mi cara describía una sonrisa sincera no como aquellas obligadas por las circunstancias para encajar en una sociedad de mentiras y mentirosos, sentí que estaba vivo.
Y desde ese momento y para siempre ELLA ES MI SUEÑO HECHO REALIDAD.
